Borrón y Cuenta Nueva (por María Díaz Piñar)

Hace tan solo un par de días leía que un hombre moría al caer desde una azotea en Sabadell, cuando intentaba llegar hasta su expareja que había interpuesto una denuncia por malos tratos contra él, y sentí pena, pena porque la única ley que hasta la fecha funciona en éste país contra la violencia de género, es la de la gravedad.

Según el Libro blanco y negro del terrorismo, España es el país que más muertos ha tenido dentro de la Unión Europea por ataques terroristas, con la espeluznante cifra de 253 muertos en los últimos 16 años pero, ¿saben ustedes cuál es la suma realmente sobrecogedora? 1000. 1000 es el número que debería teñir de negro las portadas de todos los informativos. 1000 mujeres, nada más y nada menos que 1000 de mis compañeras han sido asesinadas en los últimos 14 años por la lacra más ardua de éste país, la violencia de género.

Desde el pasado 2003 empezaron a contabilizarse oficialmente las víctimas mortales, (porque las víctimas que sufren ésta violencia y que no llegan a morir son prácticamente incontables por su numerosidad) y hasta éste recién concluso 2017, la violencia de género, nos deja la huella de 1000 asesinatos, y reitero, asesinatos, no muertes de las que intentan convencernos los medios. Pero se acaba el año y las medidas para sanar ésta herida, han quedado una vez más obsoletas. Sí, como era de esperar, sus falsas intenciones, su incompetente y estéril ‘’lucha’’ (si es que se le puede otorgar esa categoría) ha dado los frutos vanos que habían sembrado, 45 asesinatos más en éste último año. Ahora, al cambiar de año, borrón y cuenta nueva. Toca colocar de nuevo el marcador a cero, limpiando de ésta manera sus sucias consciencias que a veces parecen inexistentes. Siento sorprendeos, pero no basta con volver a contabilizar desde cero el número de hermanas que van siendo asesinadas, pero claro, año nuevo, vida nueva, aunque no para las que ya no están, no para las que han perdido la vida gracias a vuestra complicidad.

No os confiéis, nuestra sororidad os dejará perplejos, totalmente vencidos, exhaustos, andrajosos, sin embargo, debéis tener en cuenta que no somos como vosotros, que hemos cambiado la forma de luchar, que apelamos la educación como arma, como herramienta fundamental para un verdadero cambio social, ¿será por eso que nos la quieren arrebatar.

De pequeña me repitieron en infinidad de ocasiones que es de bien nacida ser agradecida. Nunca me ha convencido éste refrán, siempre he estado fascinada por una versión mejorada, y es que, somos muchas las que creemos con firmeza que es de bien nacidas ser reivindicativas. No nos limitamos a dar las gracias al año que se despide por haber llegado vivas a casa, alzamos la voz por las que ya no pueden, damos un grito valiente en el presente porque aquí, y ahora es dónde todo va a cambiar. 

¡QUE COMIENCE CADA DÍA LA REVOLUCIÓN SOCIAL!