Homenajes, Víctimas y Guerras Lejanas. (Por Joaquín Pérez)



Estos dias he podido leer en el Ideal que a colación del fin de la Primera Guerra Mundial, se va a celebrar en Úbeda una recreación de esta cruenta guerra que asoló Europa entre los años 1914 y 1918, realizando un homenaje a los 21 millones de víctimas de un conflicto que cambió para siempre la faz de Europa y gran parte del mundo. La actividad se enmarca dentro de la séptima edición del Certamen Internacional de Novela Histórica 'Ciudad de Úbeda', que como ya es usual, nos trae recreaciones sobre elementos históricos por parte de especialistas.



Y es cierto que esta fecha de centenario de la “Gran Guerra” cobra importancia en el ámbito europeo. Atendiendo a los estudios de un historiador de prestigio, como es el británico Eric J. Hosbawn, el año 1914 significó el fin del mundo nacido en lo que el autor denomina el “largo siglo XIX”. Las consecuencias de esta guerra no solo fueron humanitarias, si no que transformaron las mentes y el mapa político de Europa” de una manera que resultaría irreversible. 


El hundimiento de los Imperios Alemán y Austro-húngaro, y la irrupción de nuevas naciones europeas, el nacimiento de la Turquía moderna con la disolución del Imperio Otomano, el auge de los fascismos o la aparición del mundo soviético tras la Revolución de Octubre de 1917, son quizás algunos de los elementos más reseñables de esta profunda transformación del mundo tal y como lo conocíamos. Un preludio de otra deflagración aun mayor que se producirá en 1939, y que incendiará de nuevo el corazón de Europa y que arrastrará al mundo tras de sí. Sin duda un evento determinante.

En el caso de España.... el país fue neutral. Desde esta posición, el país comerció con ambos bandos, y mantuvo serios debates internos sobre la guerra (aliadófilos vs germanófilos) siendo usado como una base de espionaje por ambos bandos, que intentaron atraerse a la Monarquía alfonsina de una manera u otra. Así mismo, el efecto económico de la guerra produjo una alza de precios debido a la inflación que provocó la aparición de un movimiento obrero decidido a alcanzar ciertos derechos, mientras que una gran parte del empresariado se forraba literalmente con los negocios de guerra, como el caso del magnate y contrabandista Juan March.






Pero España no participó del conflicto aunque le afectase de forma profunda. Por eso nos resulta tremendamente curioso que en Úbeda estemos más prestos a homenajes de guerras lejanas en las que no hemos participado, antes que dignificar a unas victimas que tenemos a la vuelta de la esquina. Nos referimos a las víctimas de la dictadura franquista, que en nuestra ciudad siguen relativamente escondidas. Pese a que la Junta de Andalucía haya colocado un cartelón por compromiso, vemos como ningún consistorio se ha sumado a los homenajes a las víctimas realizados en la última década. Entendemos que es más facil homenajear a las víctimas lejanas, pero consideramos que hace falta un mínimo esfuerzo de reparación de unas víctimas que han sido olvidadas en nuestra ciudad.

Y aquí queremos diferenciar las víctimas de la “Guerra”, a las cual también que hay que homenajear, como las víctimas de un conflicto en el que murieron por la violencia desplegada personas de ambos bandos en litigio. Pero los cuarenta años de propina, y los fusilamientos de postguerra, dejan a estas víctimas en entra categoría que va más allá de las “violencias equivalentes” si no que fueron ejercidos por una dictadura de corte militar, parafascista, que se codeaba con regímenes abiertamente criminales como el de Hitler, Mussolini o Salazar. Un régimen que no dejó de matar hasta el último momento.

Ya hemos visto pasar la Segunda y la Primera Guerra Mundial por nuestra ciudad. Esperemos que no tarden mucho en homenajear a las víctimas de nuestras guerras.

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